El portero del Deportivo La Coruña, donde milita Andrés Guardado, se declara preparado para el reto de suplir al lesionado Aranzubia.
Manu Fernández puede iniciar el curso como portero titular del Deportivo. La oportunidad le queda en bandeja tras la lesión de hombro de Dani Aranzubia; y lejos de arrugarse, el canterano sportinguista se concentra en prepararse a fondo para aprovecharla. "Tengo la misma responsabilidad que el año pasado cuando me tocaba jugar en Copa del Rey o en Liga, la que hay en mi puesto y la que asumo. Estoy tranquilo, todavía queda tiempo y hay que llevarlo con calma", explicó esta mañana en Abegondo.
Aunque Lendoiro ya ha aclarado que el club no está buscando un guardameta, el '13' ya está curtido de competir en dificultades. Recuerda que cuando aterrizó en A Coruña se encontró con tres competidores, y todavía más al año siguiente... así que no le ha quedado más remedio que aprender a encajar los duros golpes que puede dar el fútbol. "Salgo para jugar, para ganarme el puesto, no para volver después al banquillo. Quiero demostrar que puedo ser titular, pero no puedo vernime abajo si Dani vuelve a la titularidad. Tengo que ser realista y aprovechar mi momento, y cuando le toque a él, afrontarlo trabajando más", subrayó.
En definitiva: el destino ha propuesto un desafío a Manu, y él lo acepta, con la motivación añadida de estar en su último año de contrato con el Dépor. "Esto me viene bien para renovar o para tener ofertas de otros clubs. Todavía no hay contactos para renovar, si se presenta algo se estudiará y se verá", concluyó.
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